Babylon (Filmografía reggae)

Por aclamación popular, la siguiente entrada de la filmografía reggae -que en principio estaba reservada para más adelante- es Babylon, coescrita por Martin Stellman (guionista de Quadrophenia, lo que se nota para bien) y Franco Rosso, que la dirigió.

De igual manera que The Harder They Come retrata los sueños rotos de los aspirantes a estrellas del reggae en el contexto de miseria de los guetos de Kingston, Babylon muestra el complejo mundo de los sound systems jamaicanos en Inglaterra con el telón de fondo del racismo, la represión policial y en general las difíciles condiciones con las que se encontraron los inmigrantes caribeños en el Reino Unido.

Debajo del enlance al vídeo (subtitulado en castellano, gracias a bernardub; en cualquier caso, el DVD está tirado de precio si lo buscáis en la red) lo cuenta mucho mejor Lloyd Bradley, en un fragmento extraído de Bass Culture: la historia del reggae. Hagan un hueco y no se lo pierdan.



"[...] De igual magnitud fue la creatividad que alentaron Rock Against Racism y el emparejamiento del reggae y el punk. En vista de la mayor popularidad de los grupos de reggae, se abrieron a los sonidos jamaicanos espacios que antes les estaban vedados, sobre todo el circuito universitario y los pequeños teatros y grandes clubes que surgieron en todas las ciudades británicas en respuesta a la necesidad de directo del punk. Sitios como el Vortex, el Zig Zag y el Venue en Londres. Esto no solo significaba que las bandas tenían más trabajo, sino que esas mismas bandas se hicieron mucho mejores que si no hubieran tocado en estos sitios, pues las expectativas de estos espectadores, en su mayoría blancos, eran distintas a las del público negro que ninguneaba a Matumbi. Significaba que las canciones y los arreglos tenían que elaborarse mucho más allá del monolitismo de los sound systems y los líderes del mercado comenzaron a abrirse a reestructuraciones del reggae como la que llevó a cabo Dennis Bovell, incluyendo todo tipo de técnicas musicales. Es imposible imaginar la canción que da título a este capítulo, la imponente Warrior Charge de Aswad, si no se hubieran dado estas circunstancias.

"Dicho single utiliza la tecnología del momento, un sonido cargado de metales, una habilidad en los arreglos que lleva hasta sus límites la base rítmica, ideas dub que dejan en bragas a los contemporáneos jamaicanos, detalles de locura genial y ese espíritu gozoso y valiente que mejor se ajusta a la definición de dread. Warrior Charge es una cumbre aún no superada del reggae británico. Su atrevido sentido de la aventura resumía lo que era aquel sonido y lo que tenía que ser. Elegir la canción como tema central para el largometraje de 1980 Babylon era pura lógica. La película, dirigida por Franco Rosso —cuyo apellido no parece indicar ascendencia jamaicana—, es una observación aguda de la vida en el mundillo de los sound systems londinenses, con un guión inteligente y unas actuaciones redondas. En el papel protagonista está Brinsley Dan, cantante de Aswad y ocasional actor para televisión en su juventud, y de la música se encargó Dennis Bovell. Mostraba de manera muy detallada las derivaciones políticas y sociales asociadas al proceso de introducir un conjunto de valores tan intrínsecamente kingstonianos como un sound system en un paisaje londinense y las presiones familiares que experimentaban los inmigrantes jamaicanos de segunda generación. También se observa que las paranoias de los pinchas de un sound system son iguales a ambos lados del océano. Warrior Charge era el arma secreta, la canción que (de manera perfectamente creíble) podía aniquilar a todos los adversarios en la pista de baile. Babylon sigue siendo el documento más penetrante y entretenido sobre la cultura reggae británica."

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