"Reggae: The Rough Guide": ¿Biblia del reggae?

Pese a que desde tiempos inmemoriales nos gustó mucho como primera opción para publicar sobre la historia de la música jamaicana Bass Culture: la historia del reggae, de Lloyd Bradley, las dificultades para hacernos con los derechos y la duda de si no habría otros libros sobre el reggae tan merecedores o más de pasar a la escudería Acuarela nos hicieron considerar otras publicaciones.

Entre ellas, Reggae: The Rough Guide (también conocido como The Rough Guide to Reggae), de Steve Barrow y Peter Dalton. Se trata, sin duda, del libro más exhaustivo sobre el género, el que más material tiene para los melómanos, el más amplio: recorre desde los orígenes en el mento y el ska hasta capítulos dedicados al reggae africano y al estadounidense, tiene una cantidad abrumadora de fotos (muchas de ellas exclusivas, con fotógrafos legendarios como Adrian Boot, David Corio o Beth Lesser) que convierten en un placer hojear el libro sin rumbo, discografías recomendadas, entrevistas, glosario, cronología y un prolongado etcétera que hace a muchos afirmar que se trata de la Biblia del género.

Y no es para menos. Efectivamente no hay duda de que se trata del libro de referencia para todo interesado en la música jamaicana, ya que nunca deja uno de encontrar tesoros. Pero el formato enciclopédico lo hace mucho menos atractivo para los no iniciados, ya que no hay un hilo conductor como en el libro de Bradley y se presenta en retazos, fogonazos deslumbrantes que para algunos impiden ir más allá. En ese sentido, el libro de Bradley tiene el encanto de que se trata de una narración, un relato que te sumerge en la historia de los ritmos de la isla, como si te metieras en un documental de 3D o realidad virtual en una historia llena de suspense, giros inesperados y personajes de carne y hueso. Y ese es el motivo (o uno de ellos) por el que nos inclinamos por Bass Culture.

Pero que conste que no queremos empezar una batalla Bass Culture vs Rough Guide, hay sitio de sobra para estos dos librazos sobre reggae (y muchos más) en nuestras estanterías. Biblia o no Biblia, imprescindible la Rough Guide.

Harry Crews golpea de nuevo con Una infancia: Biografía de un lugar


Acuarela Libros & A. Machado se complacen en invitarles a visitar de nuevo la Biblioteca CREWS. El viaje lo iniciamos hace tres años con Cuerpo —una crítica a la sociedad de consumo y la cultura/tiranía de la belleza—, seguida de su portentosa ópera prima, El Cantante de Gospel, donde Harry Crews nos sumergía en el basural del Sueño Americano. Ahora tenemos el orgullo de poder continuar descubriendo en castellano el secreto mejor guardado de la literatura norteamericana con la publicación de Una infancia: biografía de un lugar, su obra más aclamada por la crítica, un libro de iniciación juvenil, con ecos de Mark Twain y Flannery O'Connor, que transcure en la ciénaga inmunda, pero al mismo tiempo tierna y bella, de la que salió el propio Crews casi de milagro: ese Sur profundo y derrotado, sin aparente escapatoria, donde proliferan los linchamientos, las cicatrices, el analfabetismo, los circos de freaks y el fanatismo religioso...
"No eran hombres violentos, pero sus vidas estaban llenas de violencia."

La infancia recuperada de esta novela es el lugar del que Harry Crews se marchó a los diecisiete años con idea de no volver. No la miserable cabaña de arrendatarios en la que siendo apenas un bebé amaneció un buen día junto a su padre muerto, ni siquiera aquella cama en la que se pasó tendido buena parte de su infancia soñando con huir al mundo idílico y sin cicatrices que se anunciaba en las páginas satinadas de los catálogos de Sears, sino todo el condado de Bacon, con sus gentes y sus historias. Sobre todo sus historias. Historias de alambiques ilegales escondidos en mitad de la espesura, de viejas rencillas sangrientas, de serpientes que hablan, de pájaros que pueden poseer el alma de un niño, de predicadores delirantes y hechiceras que espantan a los espíritus... Y es que en Bacon todo el mundo cuenta historias. Las historias lo son todo y todo son historias. Contar historias es su manera de sobrevivir y de comprenderse. Nada muere si hay historias. Todo, tanto lo bueno como lo malo, se incorpora y se traspasa de una generación a la siguiente y son quienes cargan con ese legado los que acaban por darle forma y color. A lo largo de estas páginas el autor de El Cantante de Gospel intenta regresar al territorio delimitado por las historias que configuraron su infancia para descubrir que de aquel lugar del que, como el viejo Huckleberry Finn, siempre quiso huir, por muy lejos que le llevarían sus futuros vagabundeos, nunca logró marcharse.
"Una infancia no trata sobre una América olvidada, trata de una parte de América que raramente, salvo en libros como este, ha sido puesta al descubierto." NEW YORK TIMES BOOK REVIEW.
"El gran don de Crews es su capacidad para mostrarnos lo absolutamente execrables y hermosos que somos." NEW YORK TIMES NEWSDAY.

Harry Crews (1935-2012) sirvió como marine durante la guerra de Corea. Durante su primer año en el ejército fue campeón de los pesos ligeros en su regimiento y le rompieron la nariz al menos seis veces. Practicó karate durante 27 años. Su primer hijo murió ahogado en la piscina de un vecino. Entrenó halcones. Le gustaba la cetrería. Tenía un tatuaje en el brazo derecho con la frase «How do you like your blue eyed boy, Mr. Death» bajo una calavera. Es un verso de e.e. cummings. Bebió mucho y se drogó lo suficiente. Hasta los 47 no tuvo su primera resaca. Admitía no ser una persona divertida. La gente no se sentaba a su alrededor y se reía con sus ocurrencias. Él mismo se reía bastante poco. Todo su humor se encuentra en sus más de 20 libros. Murió en Florida, a los setenta y seis años, por complicaciones de una neuropatía.
"Su literatura se aferra al terruño natal, delimitando una geografía personal que remite de manera perversa al naturalismo de Flannery O’Connor y Carson McCullers. Pero también al retrato, entre poético e intimista, de William Faulkner y Truman Capote; y, sobre todo, al delirante humorismo de John Kennedy oole." (David Bizarro, TENTACIONES)
 OTROS LIBROS EN LA BIBLIOTECA CREWS:
http://acuarelalibros.blogspot.co.uk/2012/11/el-cantante-de-gospel-el-sucio-sur-de.htmlEl Cantante de Gospel
(2012)
«Hay predicadores, un semi-Elvis de música religiosa, mánagers mezquinos, familias de acémilas atrasadas, raíces, barro, fanatismo, racismo y linchamientos. Es maravilloso.» KIKO AMAT
Cuerpo
(2011)
«Un fastuoso fresco salvaje, divertido, violento, grotesco y muy, muy incorrecto sobre el abono más putrefacto y menos complaciente de la sociedad norteamericana moderna.»
JUAN CERVERA(Rockdelux)

Positive Vibration: Carlos Monty en la Isla del Tesoro (bibliografía reggae)


Siempre me han gustado los libros sobre música con una historia personal más allá de las "verdades" u opiniones que se quieran contar sobre tal grupo o tal estilo. Y en el caso de Carlos Monty y Bob Marley: Positive Vibration, está muy conseguido.

La narración comienza con un Monty surcando el Atlántico en avión, camino de la Isla del Tesoro, Jamaica (el lugar de los "piratas, negreros, pícaros, rastas y demás pelaje de irredentos", dice), en busca de un auténtico Grial caribeño. No cuento más por no destripar la historia, pero digamos que además de tener el enorme atractivo de dibujar la vida de Bob Marley en el contexto musical, cultural, social, político, histórico, espiritual de Jamaica algo que se echa en falta en otros relatos sobre Bob, centrados solo en el artista convertido en estrella global ninguneando toda la escena y el contexto que había detrás—, el texto está salpicado por las aventuras y desventuras de Carlos en la isla, que hacen de hilo conductor y dan más color y cercanía a la historia, ya que da la impresión de que estamos acompañándole en este viaje a las entrañas del reggae.

El material gráfico es imponente (formato grande, muchas fotos a todo color, unas de archivo, otras del autor; debajo incluyo un par de imágenes del libro desplegado que alguien ha tenido la amabilidad de subir a la red para ahorrarme trabajo) y la obra se completa con una discografía exhaustiva, además de bibliografía y "videografía" (qué tiempos aquellos).

Se publicó en la editorial valenciana La Máscara, que cerró, por lo que está descatalogado y cuesta conseguirlo. Yo tuve la suerte de conseguirlo de segunda mano en Amazon a un coste razonable, pero la escasez de ejemplares hace que a veces (como ahora mismo, 60 euros) la broma salga cara. Alguien tendrá que ir pensando en reeditarlo...

Nos quedamos por ahora con una cita de Marley incluida en el libro:

"Necesitamos vibraciones positivas. Porque lo primero es que no puedes ser ignorante, tienes que ser inteligente. Queremos expulsar lo negativo del todo, sacarlo fuera. Tienes que ser positivo. Es lo que tu boca dice lo que te mantiene vivo. Y la vida, es la cosa más grande". Junio 1975.

(texto de Tomás G.C.)




Una historia, un viaje: Reseña de Bass Culture en Literaturas.com

(Reseña de Pablo Casielles sobre Bass Culture: la historia del reggae publicada en Literaturas.com)

Este libro cuenta una historia bajo la metáfora de un viaje. Y el hilo que sitúa y marca el itinerario es la música reggae. Una música que nace en Jamaica y que luego se exporta al mundo entero. 


Y en estas páginas se nos descubre a oídos profanos que lo que conocemos como “reggae” no es un estilo en sí mismo, sino que es el producto de la evolución de distintos “subgéneros”, (ska, dancehall, dub, roots, etc), que a lo largo de la historia de Jamaica, han reflejado las características sociales, políticas, económicas, etc, del momento en que son compuestas, su desarrollo mientras reciben el apoyo del público hasta que un cambio en las condiciones de vida trae consigo la aparición de otro subgénero (y esto no tiene carácter peyorativo) que gana de nuevo la bendición del público.

Como siempre suele suceder, aquí todo también comienza en África. El potencial cultural que transportan los esclavos negros desde su lugar de origen, (instrumentos y ritmos que provienen de las ceremonias de vudú, tan antiguos y primitivos que son [... SIGUE LEYENDO]



Cultura de bajos: El porqué del reggae en Acuarela (entrevista)

A principios de este verano nos contactó Jaime Bajo, colaborador musical de Diagonal y otras publicaciones, para entrevistarnos de cara a un artículo que estaba escribiendo sobre editoriales que publican libros de reggae en España. El reportaje, que ya subimos al blog en su momento, salió bajo el título de "El reggae que se lee" e incluyó algunos de los comentarios que hice (Tomás Cobos, coeditor de Acuarela, y prologuista y traductor de Bass Culture: la historia del reggae) a una serie de preguntas genéricas que nos había lanzado Jaime, al igual que a otras editoriales.
Obviamente por motivos de espacio Jaime no metió todo el contenido de la "entrevista", pero creemos que sería interesante compartir en el blog las respuestas íntegras. Las acompañamos de algunas de ilustraciones y fotos que en algunos casos metimos en el libro y en otros se quedaron fuera. 

¿Cuáles crees que son las razones por las que, fanzines y publicaciones underground aparte, nunca ha existido un interés real por parte de revistas musicales y editoriales en publicar sobre música jamaicana?
La primera respuesta que se me viene a la cabeza es la ausencia en España de un contacto directo con música jamaicana a través de inmigrantes, a diferencia de lo ocurrido en Inglaterra, por ejemplo. Pero habrá quien diga que en sitios como Francia, Alemania, Italia, hay mucho más conocimiento del reggae y sin embargo en esos países no ha habido una inmigración masiva desde el Caribe ni mucho menos, lo que llevaría a preguntarnos si es que lo que pasa aquí es que, y perdón por sonar tan pedante, hay mucha incultura musical y más aún sobre el mundo de la música negra en general. También es cierto que hay mucho esnobismo y mucho cliché respecto al reggae (porros, música playera poco profunda y poco elaborada, Bob Marley y poco más...) que han distanciado a mucha gente del reggae y han impedido comprender la complejidad y profundidad que hay detrás de la historia de la música jamaicana. Otra respuesta más maquiavélica sería que es una música con un componente político importante  (no me refiero solo al mensaje rasta o de Black Power, sino al proceso colectivo y comunitario de creación musical y de baile-foro-plaza social que son los sound systems), por lo que no encaja en las tendencias de globalización y mercantilización de la música moderna. Pero te digo todo esto pensando en voz alta porque es una pregunta que me hago a veces y no tengo una respuesta clara.
¿Qué motivaciones te han impulsado a publicar un libro de  música jamaicana?
Nos gusta publicar libros de música que hablen de algo más que una simple pasión musical (que además la hay por mi parte, soy un loco del reggae), sino una mezcla de arte, política, movimientos sociales... En el reggae nos gustó el hecho de que sea música popular, del pueblo para el pueblo, música del gueto, y nos encanta todo el concepto de los sound systems, como foro social, como dice Bradley eran "el latido de la comunidad". Los sound systems eran una plaza, como Sol, un espacio de reunión y celebración de la comunidad, un rito colectivo a través del baile y el poder sanador del sonido. También nos gusta mucho el carácter colectivo de la música jamaicana, el corta y pega, el reciclaje sonoro, el poder revolucionario de la música y la fiesta, y otros temas como el Black Power, el carácter antisistema de los rastas... Y también la belleza de la música, claro, que ha influido mucha en la música moderna (dance, electrónica, rap...). 
¿Qué hace de éste un momento tan propicio para que sean varias las iniciativas editoriales en esta línea? ¿Por qué no se han producido estas circunstancias antes?
Puede que sea por la proliferación de editoriales pequeñas que están buscando huecos en temas que las grandes no tocarían, puede que sea porque la escena reggae ha ido creciendo en España en los últimos años (se puede apreciar en el festival Rototom)... Tengo que reconocer que no conozco apenas la escena reggae española, por lo que me resulta difícil opinar, pero me da la impresión de que puede ser una mezcla de esos dos componentes: una escena en crecimiento y proyectos editoriales independientes con ganas de aventuras.
¿Qué clase de público accede a libros sobre música jamaicana? ¿Alcanzan a un lector más generalista interesado en cultura o música, o se ciñe a la massive militante del reggae?
 Quizá dentro de unos meses, cuando estemos reeditando por tercera vez [NOTA A POSTERIORI: Este comentario era una broma, pero he de reconocer que a finales de septiembre de 2014, apenas cinco meses después de salir el libro, estamos a punto de reeditar], te diré que "todos los públicos", pero entretanto te diría que en gran medida la massive militante que comentas y luego gente interesada en la música en general con miras amplias, es decir, no solo en el pop rock occidental. Gente que lee sobre funk, jazz, hip hop o sobre movimientos artísticos y culturales del siglo XX... Precisamente el motivo de elegir Bass Culture: la historia del reggae fue que es un libro que puede interesar a mucha gente más allá de lxs ya interesadxs en la música, porque como sabes es un libro que aborda un pedazo importante de la historia moderna, la guerra fría, la inmigración de los países desarrollados hacia occidente, la globalización de la música, las luchas anticolonialistas... 
¿Puedes adelantarnos alguna novedad de libros o autores a quienes te gustaría publicar?
No tenemos nada cerrado a largo plazo, pero te diré otros libros que en su momento consideré como alternativas a Bass Culture o que me fascinan: Dub in Babylon, de Christopher Partridge, un libro que cuenta muy bien todo el componente político del reggae a través del dub; Wake the Town and Tell the People: Dancehall Culture in Jamaica, de Norman C. Stolzoff, que explica muy bien el concepto de los sound systems y los dancehalls, tan ajenos a las formas occidentales de consumo musical; Dub: Soundscapes & Shattered Songs in Jamaican Reggae, de Michael E. Veal, una joya para los que amamos el dub; y por supuesto la biblia reggae, Reggae: The Rough Guide. De esta última la única pega es que el formato semienciclopédico, tan ideal para la gente que ya nos gusta el reggae, pero poco atractivo para alguien que no conozca el género. Ah, y me olvidaba de The Black Diaspora, de Ronald Segal, un monumento en papel que cuenta la diáspora negra, no solo en Jamaica sino en todo el continente americano.
¿Qué pretensiones tienes al lanzar la editorial dedicada a la música jamaicana y qué limitaciones o restricciones implica a nivel de alcance, apoyo mediático, lectores interesados…?
Las pretensiones de publicar un libro dedicado a la música jamaicana son, como en todos los libros que sacamos, compartir algo que nos gusta con la gente y abrir una conversación (en facebook, el blog, etc.). Obviamente sería genial que un día pudiéramos vivir de esto, no creo que nadie abra una editorial para perder dinero, pero como a día de hoy, tras 15 años, no vemos un duro, las pretensiones económicas no son ni mucho menos prioritarias, más allá de tratar que los libros se autofinancien con las ventas. En cuanto a limitaciones, está por ver porque está muy reciente y no sabemos aún qué repercusiones tendrá en medios, pero en un principio el volumen de muestras de interés entre medios y público ha sido brutal, tenemos libros que han funcionado bastante bien, pero nunca habíamos visto una reacción tan entusiasta antes incluso de la publicación. Los medios nos suplican que les hagamos caso y el público nos da las gracias por haber sacado el libro, literalmente. 
¿Cómo lector qué esperas cuando te aproximas a un libro dedicado a la música jamaicana? ¿Qué esperas que te aporte a nivel personal y qué clase de publicaciones desearías leer?
La verdad es que soy un devorador de todo lo que se publica de música jamaicana (mi próximo objetivo es pillar el libro sobre Lee Scratch Perry de David Katz, cometí el error de no comprarlo hace poco en una tienda de segunda mano de Londres a 8 libras o algo así), así que soy muy fácil de complacer. Pero te diría que en general me gusta leer sobre libros que te dicen algo más que las anécdotas de tal cantante o tal productor. Me gusta que me sumerjan en la sociedad, en el contexto jamaicano que hace que surja esa música. Tampoco me gusta un libro en el que se viertan en exceso las predilecciones musicales del autor, como si fuera una especie de erudito en poder de la razón. Me pasó con Reggae Routes, un libro muy bueno en otros sentidos, pero que me irritó mucho con la selección de canciones preferidas (no meten ni una de Yellowman en su lista de mejores canciones dancehall y además dicen que toda su música ha envejecido fatal, algo con lo que no estoy nada de acuerdo), aunque supongo que es algo que nos pasa a todos cuando ves una lista de "las mejores canciones de...".